El tamaño siempre era lo más importante.
Al menos en lo relativo a las pantallas de los dispositivos electrónicos. Mientras más grande mejor, si se mide en kilómetros mejor que en pulgadas. Lo malo llega cuando quieres llevártela de un sitio a otro.
Sony ha decidido que la mejor forma de que una pantalla grande pueda cabernos en el bolsillo es hacer que se enrolle. A ver ¿Cómo es esto posible?
Sony nos ha permitido echar un vistazo a las pantallas del futuro con un prototipo de OLED que no solo es flexible sino que además se enrolla sobre sí misma ocupando apenas unos 4 mm de radio.
La pantalla, de 4.1 pulgadas, está compuesta de un sustrato de 20 nanómetros con una película orgánica donde van integrados los transistores OLED. Es capaz de mostrar 16 millones de colores con una resolución de 432×240 píxels con un contraste 1.000:1.
No hay previsto un lanzamiento inmediato de esta pantalla en ningún dispositivo concreto, pero las posibilidades son ilimitadas. Esperamos verlo pronto.
Fuente: Gizmodo
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