David Rowan, editor de la revista Wired UK y por lo mismo una autoridad del mundo digital, nos comparte las seis razones por las que el no utiliza Facebook
Sin duda la revista Wired podría considerarse, tras 17 años de circulación mensual, la más prestigiada publicación de la cultura electrónica y los medios digitales. Sorprendentemente, a pesar de haber sido adquirida por la editorial transnacional Conde Nast, Wired ha sido capaz de mantener su linaje digital, el cual se remonta, a través de sus fundadores, al Whole Earth Catalog, un catálogo contracultural publicado entre 1968 y 1998, y el cual es considerado un antecedente importante de la actual cultura web.
Tomando en cuenta esto no hacen falta muchos argumentos complementarios para afirmar que actualmente Wired es una de las voces con mayor autorización para opinar sobre lo que sucede en torno a internet. Y por ello es que resulta bastante relevante el hecho de que el editor de la versión inglesa de esta revista no utilice Facebook a pesar de que seguramente lleva una atareada vida digital. Y aún más allá, David Rowan tiene muy buenas razones para no ser miembro de esta popular pero también altamente criticada red social.
Es fácil imaginar la sorpresa de la gente cuando Rowan les dice que no esta en Facebook. Incluso algunos de sus amigos lo han llamado “un tipo viejo” por preocuparse por su derecho a la privacidad en este mundo digitalmente hiperconectado, a lo que David responde “Mi cautela a la hora de utilizar las redes sociales no tiene nada que ver con una paranoia sobre mi privacidad; y sí, celebro la inédita transparencia y conectividad que estos servicios nos aportan. Pero lo que cada vez me molesta más es el enorme costo social y político que nuestro fanatismo por estas redes genera. Y aquí van seis razones del por qué:
1) Las compañías privadas no persiguen tus mejores intereses
Facebook y Google existen para facturar dinero vendiendo a los anunciantes la información que necesitan para tener mayor precisión en sus mensajes publicitarios a la hora de acercarse a ti. Esto explica las interminables y lúgubres políticas de privacidad que los usuarios debemos de aceptar para utilizar estas herramientas digitales. Por eso es que Facebook cada vez hace más inalcanzable el entendimiento de que es exactamente lo que te esta solicitando a cambio de que seas admitido en su comunidad. Actualmente las políticas de privacidad de Facebook superan en extensión a la propia Acta de Constitución estadounidense, al haber crecido de 1,004 palabras en 2005 a 5,830 el día de hoy. Su fundador, Mark Zuckenberg alguna vez bromeó diciendo “esos estúpidos que confían en mí” refiriéndose a los más de 500 millones de miembros de Facebook. “Yo admiro el negocio que Zuckenberg ha construido, pero no, no confío en él” concluye Rowan sobre este primer punto.
2) Las redes sociales dificultan nuestra capacidad para reinventarnos
Algún día deberías, en defensa de tu integridad personal o por simple cultura general, tomarte el tiempo necesario para leer el inmenso y poco estimulante documento en el que Facebook expone sus políticas de privacidad (sí te da una inmensa flojera pero toma en cuenta que tu reacción es exactamente lo que Facebook busca generar en ti). Así aprenderás que Facebook tiene derechos absolutos para disponer de tu información como más le convenga y en especial para venderla al mejor postor. Y sí, sabemos que es gratis, y que los humanos contemporáneos amamos la gratuidad (aunque sea algo virtual), sin embargo sería prudente reflexionar el hecho de que con más de 500 millones de usuarios conectados a esta comunidad y preguntarnos si esta “herramienta social” realmente esta interesada en el bienestar de la sociedad busca corresponder a nuestros intereses…
“Cuando eres joven haces cometes errores y haces cosas estúpidas. Tengan cuidado con lo que publican en Facebook por que en esta era cualquier cosa que hagan ahora será revelado después, en algún punto de su vida” alertó recientemente Obama a estudiantes de Virginia. Y tiene razón, cualquier cosa publicada enlínea sobre ti podría perseguirte por el resto de tu vida a pesar de que todos tenemos derecho a crecer y a transformarnos a lo largo del camino. “Como dijo el escritor Jaron Lanier en una plática reciente, si Robert Zimmerman, de un pequeño pueblo de Minnesota hubiese tenido un perfil de Facebook, tal vez jamás se hubiera recreado así mismo como el beatnik neoyorquino Bob Dylan".
3) La información que provees para algo invariablemente será aprovechada para algo más
Imagina que llamas por teléfono para pedir una pizza y el empleado que te atiende tiene acceso a tus historiales electoral, laboral, financiero, y a tus preferencias literarias. Tal vez te sugiera una pizza con tofu tomando en cuenta tus 90 kilos, te cobrará una cantidad extra por la entrega ya que sabe que la zona en donde vives registra una alta delictividad e incluso te tratará con fingida suavidad pues sabe que has leído recurrentemente títulos para superar la depresión. Esta escena podría confirmarse en un futuro cercano. Actualmente las encuestas ya indican que un 35% de las empresas contratantes han rechazado aplicaciones de personas después de revisar su información personal en redes sociales. ¿Pero qué te hace pensar que tú puedes controlar lo que ellos hacen con tu información personal?
4) … y es muy probable que sea usada en tú contra
Según Mark Zuckerberg, en un mundo “aún más transparente” lo que ocurriría es que tú “tendrás una identidad única, los días en los que manejabas una imagen distinta frente a tus colegas en el trabajo y frente al resto de las personas probablemente terminarán muy pronto”. El problema es que al centralizar tu personalidad te expones exageradamente a que alguna ex novia o un celoso y vengativo ex colega expongan información con el propósito de perjudicarte, lo cual ciertamente se podría considerar como una conducta deshonesta pero que será un recurso al alcance de millones de personas que no necesariamente son muy gentiles en sus tratos.
5) La gente se equivoca y da más información de la que creen
Para dimensionar la cantidad de información personal que circula en Facebook visita el sitio youropenbook.org y escribe en el buscador “mi nuevo número de teléfono es” o “engañe a mi esposa” y te sorprenderás con la cantidad de confesiones o información privada que encontrarás y la cual sus autores seguramente no están concientes que esta ahí flotando en el hiperespacio.
6) Y más allá de las otras razones ¿Por qué deberíamos permitir a una compañía privatizar nuestro discurso social?distance
Algún día deberías, en defensa de tu integridad personal o por simple cultura general, tomarte el tiempo necesario para leer el inmenso y poco estimulante documento en el que Facebook expone sus políticas de privacidad (sí te da una inmensa flojera pero toma en cuenta que tu reacción es exactamente lo que Facebook busca generar en ti). Así aprenderás que Facebook tiene derechos absolutos para disponer de tu información como más le convenga y en especial para venderla al mejor postor. Y sí, sabemos que es gratis, y que los humanos contemporáneos amamos la gratuidad (aunque sea algo virtual), sin embargo sería prudente reflexionar el hecho de que con más de 500 millones de usuarios conectados a esta comunidad y preguntarnos si esta “herramienta social” realmente esta interesada en el bienestar de la sociedad busca corresponder a nuestros intereses…